Las bolas
Jugar a las bolas es uno de los
entretenimientos más comunes de un grupo de niños en cualquier esquina ¿Qué hay
que tener a mano? Sencillo, unas cuantas bolas, una olla y buena puntería. Pero
cuando uno se pone a pensar en el asunto se pregunta cómo llegaron a ser
tradición, cómo se le conoce en otras regiones y cuáles son sus reglas. Lo
primero es decir que una canica es una pequeña esfera de vidrio, alabastro,
cerámica o arcilla, entre otros materiales que se utiliza en diversos juegos
infantiles, estos juegos no son auténticamente cubanos, no, y existen muchas
variantes, la esencia es casi siempre la misma: lanzar una o varias canicas
para intentar aproximarse a otras o a agujeros objetivo. Cuando se gana una
mano se suelen tomar las canicas del otro jugador o de los jugadores
contrarios. Así, no las llamaré más canicas sino bolas como le conocemos por
aquí, aunque en otras regiones se les conoce como chinatas, bellugas, boliches,
bolichas, bolitas, boles y caniques entre muchos, muchos otros nombres. Si bien
no se conoce su verdadero origen y son juegos tradicionales, se cree que se remonta
hasta el Antiguo Egipto y la Roma Precristiana. Así mismo como lo escuchas, se
han encontrado bolas en la tumba de un niño egipcio de alrededor del año tres
mil antes de Cristo. En Creta, por su parte, los niños jugaban con algunas
construidas a partir de materiales preciosos y en la Antigua Roma era un juego
infantil cuya popularidad se extendió hasta la Edad Media. Otros materiales
utilizados en la Antigüedad para confeccionarlas fueron los huesos de
aceitunas, avellanas o castañas y hasta a principios del siglo veinte, algunas
todavía eran hechas de piedra. Y qué decir de la cultura de las canicas que ha
desarrollado una amplia jerga, que varía dependiendo del país. En nuestro
municipio, por ejemplo, se dice caí finito cuando cae en la raya para hacer
mano. Un ver, es un tiro de prueba, los mirones cuando se roban todas las
bolas, ya esté jugando o solo mirando. Los chujones, coger impulso para tirar
la bola y el culiche cuando se tira con la mano al revés, entre tantas otras
reglas. Lo que sí es cierto es que podemos disfrutarlo todos y hasta los padres
se suman para divertirse y enseñar a los hijos esta tradición¿Qué más podemos
decir? Así ha sido siempre.
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