Homenaje a Neruda

 


Desnuda eres tan simple como una de tus manos:

 

lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.

 

Tienes líneas de luna, caminos de manzana.

 

Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

 

Desnuda eres azul como la noche en Cuba:

 

tienes enredaderas y estrellas en el pelo.

 

Desnuda eres redonda y amarilla

 

como el verano en una iglesia de oro.

 

Desnuda eres pequeña como una de tus uñas:

 

curva, sutil, rosada hasta que nace el día

 

y te metes en el subterráneo del mundo

 

como en un largo túnel de trajes y trabajos:

 

tu claridad se apaga, se viste, se deshoja

 

y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.

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