Crónicas matanceras (III)
La
ermita de Monserrate es un templo catalán que al decir de los historiadores
vigila la ciudad de Matanzas y el Valle de Yumurí. Está, para mi sorpresa,
ubicado en las alturas de Simpson ¿no les recuerda algo eso? Allí estuvo
Federico García Lorca y hasta uno de los reyes de España y actualmente lo
visitan miles de personas de cualquier parte del mundo, entre ellas yo. Allí se
bautizan pequeños, se realizan bodas y se celebran cumpleaños. Pero lo más
interesante radica en la tradición que cada año sucede, se conoce como la
fiesta de la Colla. Los catalanes y sus descendientes hornean un pan de muchos
metros de largo y hacen una peregrinación a la colina, comparten su pan y su
vino con todos los que participan y lo hacen en honor a la Virgen de
Monserrate, esculpida en madera en el altar. Lo más interesante la tradición,
lo más hermoso es lo que sigue. Sube peldaños, sube para llegar al más
asombroso espectáculo que llene tus ojos. De un lado Yumurí con su verde que
alcanzas con los prismáticos, del otro la ciudad en forma de u, anclada con su
bahía y justo en el medio la campana. Pide tu deseo, concéntrate, pídelo bajito
y táñela una sola vez para que se te cumpla. Todos alrededor esperan que suene
y saben que un nuevo deseo fue lanzado al aire para la virgen que tiene muchos
pedidos, muy ocupada debe andar ella, pero estoy segura de que ya trabaja para
cumplir el mío.
Comentarios
Publicar un comentario