Culpabilidad
Este hombre ha encendido el labio y descosido los argumentos.
Es culpable de arrebatar la cordura a los días, de que el tiempo esté a merced de las manos.
En el breve roce de las pestañas, en el aroma del cabello , en la tierra de mis muslos se enreda su hombría.
Atada a su estatura, despierta los viejos caminos que desando.
Este hombre es culpable de despertar las ansias dormidas.
La culpa no es de el, ni de ella tampoco, la culpa es de Dios por haberle dado a ella todo lo a el le encanta.
ResponderEliminarPrecioso mimi, qué bueno leerte una vez más!!!
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