Las escuelas en Alto Songo
Nuestro asunto de hoy se queda en Alto Songo y tiene que ver con las escuelas. Mucho se ha habla sobre los logros del presente, pero el pasado también nos devuelve intentos por las luces de las letras.
1902 marcó el primer intento de educación institucionalizada en la localidad. El gobierno de turno transformó lo que antes era el Hospital Español para la enseñanza primaria.
Así surgió la Escuela José Francisco Díaz para varones en una parte el local. En la otra parte crearon la Escuela Adela Desquirón para hembras y años después la vida dijo que no era viable, así que eliminaron esta división por sexos.
Transformaciones importantes para la época dejaron el nombre de la primera sección para los grados primero atrasado con la maestra Estrella Larrubia, primero adelantado con Ana Sánchez Rogers, segundo atrasado con Teresa Pérez Sosa y segundo adelantado con Caridad “Cachita” Collazo.
La escuela funcionó hasta 1932 cuando el 9 de noviembre pasó el ciclón de Santa Cruz y el viento se llevó el techo.
Así sin más, los niños se quedaron sin escuela por tres años. Solo aquellos que podían pagar ochenta centavos o un peso mensual tuvieron la guía de maestros jubilados o improvisados y de esta forma aprendían un poquito o no olvidaban lo recibido.
En un acto no reconocido hasta ahora en este artículo debe decirse que cuando llegó 1935 los maestros pagaron con sus sueldos inactivos el alquiler y reparación de una casona, solo así se retomó la enseñanza primaria en la localidad.
Impreciso es el dato que podría confirmarnos si esos maestros pudieron o no cobrar sus sueldos durante el tiempo en que estuvo cerrada la escuela. El lugar que ocupó la primera escuela, poco a poco, gracias al abandono, devino solar yermo utilizado por circos y carruseles.
Solo en 1946 se levantó el actual edificio, el que hoy ocupa la Adela Desquirón Araujo con el consecuente traslado de nuestros niños desde aquel viejo caserón alquilado durante diez años para uno más holgado para la época, pero aún insuficiente para la educación.
El tiempo lo dijo, hoy, nótese que refiero solo Alto Songo, existen 3 escuelas primarias y una de Enseñanza Especial para niños con discapacidad intelectual. Se suman además un Centro Mixto, el Miguel Domínguez Téllez y el Preuniversitario Seremos como el Ché.
No hablaré de los logros, baste el hecho de que muchos de nosotros somos el propio resultado de maestros que ya no alquilan casa, no es necesario, pero siguen empeñados en que los pequeños sumen conocimiento para la vida.
Los programas de enseñanza deben cambiar, los métodos y formas continuar renovándose, el amor por la profesión debe ser cultivada un poco más, pero la verdad más pura y auténtica llega a casa cuando nuestros hijos leen una oración completa o nos hablan de un hecho histórico local o pueden obtener un reconocimiento a través de un concurso.
Sirvan los comentarios de este trabajo para recordar algunos nombres imprescindibles de dejarnos conocimiento, una huella imborrable para el resto de la existencia.
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